En la última década, el consumo interno, junto con la protección de la industria, se trasformó en uno de los pilares de lo que los kirchneristas llaman "El modelo".
Estos dos conceptos se sostuvieron sobre la base de una mejora en el poder adquisitivo de los argentinos y una política de comercio administrada.
Los servicios logísticos se vieron favorecidos de estas dos situaciones, lo que se sumó a un cambio del perfil del negocio que se inició hace dos décadas.