Audi RS3 Sportback, maestro del camuflaje.

06/01/13 La versión más extrema del Audi A3 saliente sigue levantando pasiones por su versatilidad. 

El RS3 esconde bajo su carrocería de 5 puertas un deportivo con mayúsculas. 

El Audi RS3 Sportback es mucho más que un digno sucesor del espíritu con el que casa de los aros lleva deleitando a los amantes del motor desde que en la década de los 90 presentó el primer producto que elevaría el estandarte Quattro a los cielos de la mitología, el RS2 que fabricó en combinación con Porsche y que se ha convertido por méritos propios en un coche de culto.

Tras la llegada del Audi RS4 (después depurado con el RS5) para plantar cara al BMW M3, y del RS6 para ponerle las cosas complicadas al M5, la guerra por tener el modelo más radical del mercado se ha trasladado al segmento estrella, el de los compactos, pues es innegable que este Audi RS3 Sportback encuentra su sentido como rival natural del BMW 1M Coupé. El modelo de la casa de los aros es sin embargo un coche mucho más utilizable que cuenta con una discreta carrocería 5 puertas, un maletero de más de 300 litros, tracción a las cuatro ruedas y un cambio de doble embrague y 7 marchas S-Tronic.

Partiendo de un S3 los ingenieros han ensanchado las vías, han instalado frenos de disco sobredimensionados, aletas delanteras de plástico reforzadas con fibra de carbono para aligerar el conjunto y han hecho una profunda puesta a punto de bastidor, con muelles y amortiguadores revisados y una carrocería 25 mm más baja que cualquier Audi A3. Su corazón, el sofisticado 5 cilindros de inyección directa y distribución variable del Audi TT RS, con 2,5 litros y 340CV.

El conjunto conforma por tanto un modelo de tremenda eficacia, un coche capaz de transformar cada uno de sus 340CV de potencia en aceleración pura y que goza de un paso por curva de velocidades irreales a los que sus usuarios pocas veces se atreverán a llegar, pero que por el contrario puede ser utilizado como un práctico vehículo familiar conconsumos por debajo de los 10 litros reales siendo cuidadosos con el acelerador. En caso contrario ver cifras por encima de los 15 litros es pan comido.

Además, el recuperado bloque de 5 cilindros turboalimentado ofrece ni más ni menos que450Nm de par máximo, una cifra digna de un 6 cilindros de hace apenas un par de lustros, lo que hace que a pesar de sus 137CV por litro de potencia específica tenga un doble carácter, como el de un gran GT de alta alcurnia gracias a sus bajos llenos de potencia, pero a la vez como el de un ultra deportivo que con su sitema Launch Controlacelera de 0 a 100Km/h en 4,2 segundos, una cifra asombrosa que supera en medio segundo a la del BMW 1M o que es mejor que la del Porsche 911 Carrera S con sus 408CV. Entre sus hermanos de gama hay que mirar al todopoderoso R8 V10 para mejorar ese registro. Ahí queda eso.

Pilotaje para todos

Y este desempeño lo consigue a pesar de sus más de 1.600 kilos de peso, un tonelaje que parece desvanecerse gracias a la combinación de su tracción total Quattro, su delicada caja S-Tronic y una puesta a punto dinámica de la parte ciclo que es una gozada, con una suspensión que sujeta a la perfección la carrocería en todo momento pero no resulta un castigo para los ocupantes. Sin duda alguna el Audi RS3 no será tan excitante como el compacto de BMW, un coche que requiere de más dotes de pilotaje, pero para el gran público su conducción es mucho más asequible.

El equipo de frenos está a la altura de semejante corazón y musculatura, y unos enormes discos perforados de 370mm con pinzas de cuatro pistones se encargan de que todo quede bajo control cuando se trata de detener a este radical compacto de Audi, y el desfallecimiento de los mismos es inalcanzable en carretera abierta. Se da la circunstancia además de que el RS3 es el único del mercado que monta unos neumáticos más anchos en el eje delantero, así que el agarre está asegurado en toda circunstancia a la vez que mejora la entrada en curva y la capacidad de aceleración.

Una vez en marcha es como si circulásemos con un bisturí de precisión. Presionamos el botón sportque afila la respuesta del acelerador y del cambio a la vez que abre una válvula del escape para conseguir una mejor respiración del motor y un sonido más embriagador y los asientos deportivos de serie empiezan a quedarse pequeños, haciéndonos añorar los baquets opcionales. Y es que el Audi RS3 goza de una motricidad implacable, pidiendo más gas en todo momento para derivar par al eje trasero cuando se trata de redondear las horquillas más cerradas.

Su ritmo se vuelve endiabladamente alto y pocos coches serán capaces de seguir al Audi RS3 con facilidad, ya que su chasis lo perdona todo y hace que cualquiera se sienta un consumado volantista, aunque es cierto que se echa en falta algo de diversión extrema a los mandos, esa en la que el BMW 1M es un maestro gracias a su tracción trasera y su capacidad de derrapaje controlado. 

El conjunto es sin embargo mucho más versátil y utilizable en el “discreto A3 RS”, aunque un excesivo parecido con el resto de la gama y un interior ya anticuado desmerecen en parte un producto para sibaritas. Si el nuevo S3 anuncia ya 300CV la segunda generación del RS3 promete ser de otro planeta. Los 55.900 euros de tarifa serán sin embargo el mayor escollo a superar para quien como nosotros, se haya enamorado de este coche.

Fuente: http://www.elsemanaldigital.com/audi-rs3-sportback-maestro-del-camuflaje-126283.htm

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