04/09/12 (Arg) La decisión de los poderes públicos de desalojar con efectivos de la Gendarmería Nacional a un grupo de personas que cortaba anteayer la autopista Panamericana a la altura de la localidad bonaerense de General Pacheco, originándose a partir de allí un embotellamiento de quince kilómetros de largo en la mano hacia la capital federal, cumplió el cometido de despejar una vía pública. Sin embargo, a la misma hora estaba igualmente bloqueada la Autopista que une La Plata con Buenos Aires y, en ese caso, se actuó de manera opuesta: no hubo intervención de las fuerzas de seguridad y se permitió que el piquete se mantuviera durante varias horas, como se ha hecho costumbre en el último tiempo.
A alguien se discriminó: o a los piqueteros de la Panamericana (a los que se desalojó mientras a los de la La Plata se los dejaba actuar) o a los usuarios de la autopista platense, a los que se condenó a sufrir el bloqueo mientras a los de la Panamericana se les garantizaba la libre circulación.
¿Por qué se aplican criterios opuestos en dos autopistas que pertenecen a la misma jurisdicción? No ha quedado claro.
Como se sabe, en el caso de la Panamericana actuó la secretaría de Seguridad de la Nación, en un operativo que, posteriormente, originó algunas declaraciones del titular del organismo en el sentido de que no se quiso reprimir una protesta social sino, tan solo despejar una autopista en la que estuvieron embotelladas, según se estimó, unas 150 mil personas. Tal como se informó, los manifestantes habían intentado resistir al desalojo y arrojaron piedras contra los gendarmes, aunque éstos eran mayor cantidad y resolvieron rápidamente la cuestión, que terminó con varios detenidos.
Como se dijo, distinta suerte -o, en todo caso, la misma que se registra desde hace años en la mayoría de los cortes de rutas y calles- tuvo el descomunal caos de tránsito que a esas mismas horas causaba el corte de la rotonda de acceso a la autopista La Plata-Buenos Aires , realizado por militantes de cuatro movimientos sociales. El reclamo callejero provocó durante muchas horas serios inconvenientes en el tránsito vehicular de la zona y colapsó el camino Centenario, la alternativa para subir a la autovía a la altura de Villa Elisa.
A lo largo de los últimos años la población se ha visto muchas veces obligada a sortear el problema que plantean las reiteradas manifestaciones de protesta que se producen en la vía pública y que, bajo la forma de piquetes, se traducen en la imposibilidad de transitar libremente de un lugar a otro. Ello, además, ante la persistente e inexplicable permisividad de las autoridades nacionales, provinciales o municipales, que se vinieron desentendiendo de los gravísimos inconvenientes -entre otros, la pérdida de días de trabajo o la injusta necesidad de tener que perder horas y horas, más los riesgos que ello implica- que debieron enfrentar miles de personas.
Se ha dicho reiteradamente en esta columna que no se trata de descalificar el derecho de peticionar a las autoridades, pero también se ha señalado que estos reclamos deben ser ejercidos en el marco de las reglas de convivencia que, también, marcan la Constitución nacional y las leyes.
Se ha insistido, también, en que los funcionarios ejecutivos de las distintas jurisdicciones -además de los jueces y fiscales- están, por consiguiente, obligados a evitar que la repetición de protestas y reclamos se traduzca en situaciones caóticas para la vida cotidiana de los vecinos y para el tránsito general, originándose a partir de allí toda clase de difusos y traumáticos perjuicios, así como en la irresponsable creación de factores de riesgo para la población en general.
En buena hora las autoridades decidieron intervenir, para garantizar de esa manera el libre tránsito y otros derechos inalienables de las personas y sin que ello implique ignorar, desconocer o desmerecer reclamos de naturaleza laboral, salarial o de distinta índole, como los invocados en los cortes por los manifestantes. Lo que haría falta es aplicar el mismo criterio en todas las autopistas.
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vieja, todo el mundo piensa eso pero nadie lo dice. Buena nota.
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