07/11/12 (Arg) El nuevo camino que une las localidades bonaerenses de General Pinto y Germania cedió tras las últimas inundaciones. La inversión fue superior a los $ 98 millones. Otra pésima obra vial K.
El Gobierno nacional no sólo mantiene las rutas nacionales en un pésimo estado y tiene retrasos de varios años en obras viales fundamentales, sino que además los trabajos que efectivamente realiza (y anuncia con bombos y platillos) carecen de la mínima calidad como para resistir una inundación.
El pasado 15 de octubre, la presidenta Cristina Kirchner inauguró en una teleconferencia transmitida por cadena nacional la ruta Néstor Kirchner, que une las localidades de General Pinto y Germania, y que había permitido completar el empalme por vía pavimentada entre las rutas nacionales 188 y 7.
Este trabajo fue financiado en el marco del Plan de Obras para Todos los Argentinos de la Presidencia de la Nación y requirió una inversión superior a los 98 millones de pesos, según figura en el sitio de Presidencia. Sin embargo, veinte días después de inaugurado, el camino quedó partido al medio e inutilizado por el efecto de las últimas lluvias.
El domingo pasado, a las 9, se abrió una grieta de un metro y medio de ancho al ceder el pavimento en el kilómetro 49 de la ruta, cortándola transversalmente, generando un pozo de más de un metro de profundidad.
Es decir, los 360 milímetros que cayeron en octubre sobre la localidad de General Pinto fueron suficientes para desmoronar una obra millonaria que no llegó a durar un mes.
Esta situación deja evidentes dudas sobre la relación entre la costosa inversión realizada y los materiales utilizados para la realización del camino, y sobre el control que debería realizar el Estado en la construcción de obras viales.
Sin embargo, los errores de planificación y previsión que demuestra el estado en que quedó esta ruta no son casos aislados, sino que es la muestra más clara de la forma en que el kirchnerismo maneja la política vial. Un claro ejemplo es el deplorable estado de la autopista La Plata-Buenos Aires, recientemente transferidas a la Provincia, tras años de falta de inversiones.
En la Provincia hay varios ejemplos de rutas, caminos y autopistas en estado calamitoso y que se encuentran al tope del ranking de rutas peligrosas a nivel nacional. Tal como publicó este diario el lunes, el mismo domingo en que la ruta Néstor Kirchner se desmoronaba, alrededor de 60 vecinos de las localidades de Mercedes, Navarro y Luján protestaban en el cruce de la ruta nacional 5 y la provincial 47 por la paralización de las obras para la construcción de la autovía Luján-Carlos Casares, anunciada dos veces por el kirchnerismo, pero jamás terminada. Los manifestantes señalaban no sólo el retraso de los trabajos viales, sino también el pésimo estado de los dos caminos en los que realizaron la protesta. Por ejemplo, la ruta 47 entre Luján y Navarro presenta más de 130 pozos de todos los tamaños, arrojando el singular promedio de un bache por cada 200 metros.
Nada más en territorio bonaerense mueren, en promedio, 2.570 personas al año en accidentes viales, mientras el Gobierno continúa retrasando obras y el mantenimiento de caminos es prácticamente nulo.
La política de malgastar
No es extraño que el kirchnerismo malgaste el dinero destinado a obra pública, es casi una política de Estado. En ese contexto, el ministro de Planificación, Julio de Vido, es el principal responsable del retraso de las obras viales y de beneficiar a las empresas concesionarias de rutas y autopistas que cobran durante años peajes que jamás se ven reflejados en el mantenimiento del camino. Asimismo, desde la órbita del Estado no se hace nada para garantizar el cumplimiento de los contratos firmados por las compañías, ya sea a través de la quita de las concesiones o mediante la aplicación de las multas correspondientes.
Este funcionario no casualmente fue denunciado hace algunos meses de desviar $ 16,2 millones destinados a fondos hídricos para poner un stand en la exposición Tecnópolis.
Un camino importante para la producción
Esta obra que terminó desmoronada es de vital importancia para los habitantes del municipio, ya que a través de este camino circula el 70% de la producción agropecuaria y agroalimentaria del mismo, además de conectar las localidades de Iriarte, Germania, Ingeniero Balbín y Günther con General Pinto.
Anteriormente, estas ciudades se comunicaban por el viejo Camino Real, un trazado de tierra de jurisdicción provincial que era frecuentemente interrumpido durante la época de precipitaciones copiosas debido a los riesgos de inundación. Finalmente, tras la concreción de la ruta, después de años de espera, las cosas no parecen haber cambiado demasiado.
Las obras de infraestructura vial e hídrica brillan por su ausencia
El desmoronamiento de la ruta Néstor Kirchner a veinte días de haber sido inaugurada tiene sus raíces en dos aspectos íntimamente relacionados: la pésima gestión en torno a las obras viales y el desvío de los fondos que debieran estar destinados a la infraestructura hídrica.
Es decir, una obra mal realizada combinada con los efectos de las inundaciones que afectaron la Provincia derivó en que el pavimento terminara cediendo. En ese sentido, cabe recordar que, tal como publicó este diario, se podrían haber morigerado los efectos del clima en territorio bonaerense si las obras del Plan Maestro del Río Salado hubieran sido terminadas en tiempo y forma.
“Se deberían haber finalizado las obras de canalización de la cuenca del Salado y sus canales aliviadores. Comprenden cuatro etapas, de las cuales faltaría una y media”, manifestó el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere.
“Con el dinero que se ha perdido por las inundaciones se podrían haber finalizado las obras del Plan Maestro del Río Salado. Tampoco sabemos qué destino se le dio a la plata que aportó el campo. Ahora nos encontramos con la imposibilidad de pagar los impuestos, los créditos y las obligaciones bancarias”, se quejó el referente rural tras las últimas inundaciones.
Además, detalló que “el campo hace su parte: realiza el 80% de sus inversiones en las localidades del interior; aportó entre 2003 y 2012 -en concepto de retenciones- 60 mil millones de dólares en un drenaje de fondos desde el interior al Gobierno central, que, a pesar de las promesas, no se ven plasmados en infraestructura vial ni ferroviaria; no se transformaron en obras para mitigar el efecto de las inundaciones, ni en mejor salud, educación o seguridad”.
“Se sigue ahogando al productor con impuestos, pero cuando aparecen los problemas -como los que estamos padeciendo ahora a raíz de las inundaciones-, las autoridades desaparecen, no asumen las obligaciones ni las responsabilidades que les corresponden”, sentenció Etchevehere.
Fuente: http://diariohoy.net/politica/la-ruta-nestor-kirchner-se-partio-a-20-dias-de-haber-sido-inaugurada-708
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