17/08/12 La inflación impacta como nunca en lo que va del 2012 en el transporte de cargas, con todo lo que eso implica por su efecto inexorable en la cadena comercial y, en definitiva, en los bolsillos, el último eslabón.
Es que con la variación de costos mensual elaborada por Aprocam (Asociación de Propietarios de Camiones) de 6,7% para julio, no sólo confirma el índice más alto desde enero sino que el acumulado en 7 meses ya equiparó al pronóstico inflacionario anual de la economía.El pico del mes va de la mano del encarecimiento de lubricantes, con un 14,4%, del costo salarial, producto de la incorporación de un aumento acordado del 12,4% y del mantenimiento del material rodante (9,7%), entre los principales ítems, según el estudio elaborado por la Universidad Tecnológica Regional Mendoza para la ruta Mendoza-Buenos Aires-Mendoza.
Así, en el transcurso del año la variación trepa a 19,7%, y el aumento de combustibles aparece en toda su dimensión, habida cuenta de que representa 1/3 del costo de un flete y resulta más caro que el gasoil en surtidor.
"Nuestra proyección anual estaba muy por debajo, de hecho rondaba el valor acumulado que ahora tenemos. En adelante, la idea de unificar el precio del gasoil entre todas las petroleras y el 5% que resta por incorporar a salarios antes de fin de año abren un panorama poco alentador", analiza el empresario Marcelo Di Césare, coordinador del relevamiento realizado a unas 300 firmas del sector.
Esto se debe, según Di Césare, a que "la actividad ha disminuido.Por eso, el que se endeudó está obligado a trabajar a cualquier precio frente a una competencia atroz". No obstante, la falta de oxígeno obliga a que muchos operadores ya se hayan sentado a negociar con sus clientes, en el mejor de los casos, un reajuste del 10% sobre las tarifas corrientes. Una encuesta entre empresarios señala que la mayoría apuesta a subir no menos del 15%.
Dirigentes de Aprocam se habían reunido a fines de julio con los ministros de Gobierno, Félix González, y de Hacienda, Marcelo Costa, a quienes les entregaron un petitorio que incluía asistencia financiera blanda para compensar la quita del Régimen de Fomento a la Profesionalización (Refop), un beneficio clave por cuanto significaba la devolución de los aportes patronales por cada empleado que las compañías sindicalizan y que Cristina Fernández eliminó en medio de la tensión con Hugo Moyano. A eso se suman las trabas para comprar divisa extranjera para financiar gastos de viajes.
Carlos Messina, presidente de Aprocam, explica que "aún no responden". Y que "la eliminación del Refop tiene una incidencia del 3,8%. Solucionar algunos problemas no significa dinero efectivo sino acortar plazos, en definitiva, costos adicionales".
Costos habituales y añadidos
En ese contexto, entre los transportistas pequeños, la preocupación es mayor. Es el caso de Guillermo Pérez, dueño de Transportes GF Pérez, una pyme de Maipú que opera con 5 camiones y tiene a Chile como su principal destino de cargas.
"Se siente en el combustible, en el costo y la falta de repuestos y cubiertas, que lleva a comprar lo que se consigue y no lo que uno necesita. Hay diferencias muy grandes entre los distintos proveedores, lo que complica fijar un esquema real de costos", cuenta Pérez.
Aunque convencido de que en este contexto existe un techo cada vez más bajo para reajustar tanto en el orden nacional como internacional ya que cree que en el país el margen de negociación lo aseguran algunos pocos rubros.
A las vicisitudes que disparan los presupuestos, hay que sumar las diferencias entre el precio del gasoil a granel y el de surtidor.
Y extras, como la transferencia de las licencia habilitantes y, sobre todo, las trabas para conseguir moneda extranjera, lo que empuja a buscarla en el sector marginal. Sólo esa decisión implica un incremento del 40% para el caso del peso chileno, la divisa más buscada para los operadores asentados en Mendoza, que esperan empiece a aplicarse pronto una resolución del Banco Central.
La misma (comunicado A5315), permite al transporte de cargas comprar billetes a través de los bancos con un límite de u$s 0,60 por kilómetro recorrido en territorio extranjero. Para hacerlo, las firmas deben presentar una Declaración Jurada con el detalle de viajes y los gastos: por ejemplo, un viaje a Valparaíso requiere pedir el visto bueno para obtener unos u$s 180 para recorrer unos 300 kilómetros.
Si bien entidades como Supervielle y Credicoop están habilitadas y las firmas ya presentaron la documentación de rigor, en la práctica aún no se habilita.
¿Qué hacer cuando ya no se pueden absorber los aumentos? Como otros, Pérez no oculta estrategias. "A duras penas logré trasladar un 5% el último año. Cuando uno no sabe más qué hacer, la decisión inevitable pasa por dejar de pagar algunas obligaciones. El plafón que había se agotó; ahora hay que ver cómo seguir", se sincera.
Fuente: http://www.losandes.com.ar/notas/2012/8/17/costos-transporte-carga-aumentaron-661399.asp
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Es que con la variación de costos mensual elaborada por Aprocam (Asociación de Propietarios de Camiones) de 6,7% para julio, no sólo confirma el índice más alto desde enero sino que el acumulado en 7 meses ya equiparó al pronóstico inflacionario anual de la economía.El pico del mes va de la mano del encarecimiento de lubricantes, con un 14,4%, del costo salarial, producto de la incorporación de un aumento acordado del 12,4% y del mantenimiento del material rodante (9,7%), entre los principales ítems, según el estudio elaborado por la Universidad Tecnológica Regional Mendoza para la ruta Mendoza-Buenos Aires-Mendoza.
Así, en el transcurso del año la variación trepa a 19,7%, y el aumento de combustibles aparece en toda su dimensión, habida cuenta de que representa 1/3 del costo de un flete y resulta más caro que el gasoil en surtidor.
"Nuestra proyección anual estaba muy por debajo, de hecho rondaba el valor acumulado que ahora tenemos. En adelante, la idea de unificar el precio del gasoil entre todas las petroleras y el 5% que resta por incorporar a salarios antes de fin de año abren un panorama poco alentador", analiza el empresario Marcelo Di Césare, coordinador del relevamiento realizado a unas 300 firmas del sector.
Esto se debe, según Di Césare, a que "la actividad ha disminuido.Por eso, el que se endeudó está obligado a trabajar a cualquier precio frente a una competencia atroz". No obstante, la falta de oxígeno obliga a que muchos operadores ya se hayan sentado a negociar con sus clientes, en el mejor de los casos, un reajuste del 10% sobre las tarifas corrientes. Una encuesta entre empresarios señala que la mayoría apuesta a subir no menos del 15%.
Dirigentes de Aprocam se habían reunido a fines de julio con los ministros de Gobierno, Félix González, y de Hacienda, Marcelo Costa, a quienes les entregaron un petitorio que incluía asistencia financiera blanda para compensar la quita del Régimen de Fomento a la Profesionalización (Refop), un beneficio clave por cuanto significaba la devolución de los aportes patronales por cada empleado que las compañías sindicalizan y que Cristina Fernández eliminó en medio de la tensión con Hugo Moyano. A eso se suman las trabas para comprar divisa extranjera para financiar gastos de viajes.
Carlos Messina, presidente de Aprocam, explica que "aún no responden". Y que "la eliminación del Refop tiene una incidencia del 3,8%. Solucionar algunos problemas no significa dinero efectivo sino acortar plazos, en definitiva, costos adicionales".
Costos habituales y añadidos
En ese contexto, entre los transportistas pequeños, la preocupación es mayor. Es el caso de Guillermo Pérez, dueño de Transportes GF Pérez, una pyme de Maipú que opera con 5 camiones y tiene a Chile como su principal destino de cargas.
"Se siente en el combustible, en el costo y la falta de repuestos y cubiertas, que lleva a comprar lo que se consigue y no lo que uno necesita. Hay diferencias muy grandes entre los distintos proveedores, lo que complica fijar un esquema real de costos", cuenta Pérez.
Aunque convencido de que en este contexto existe un techo cada vez más bajo para reajustar tanto en el orden nacional como internacional ya que cree que en el país el margen de negociación lo aseguran algunos pocos rubros.
A las vicisitudes que disparan los presupuestos, hay que sumar las diferencias entre el precio del gasoil a granel y el de surtidor.
Y extras, como la transferencia de las licencia habilitantes y, sobre todo, las trabas para conseguir moneda extranjera, lo que empuja a buscarla en el sector marginal. Sólo esa decisión implica un incremento del 40% para el caso del peso chileno, la divisa más buscada para los operadores asentados en Mendoza, que esperan empiece a aplicarse pronto una resolución del Banco Central.
La misma (comunicado A5315), permite al transporte de cargas comprar billetes a través de los bancos con un límite de u$s 0,60 por kilómetro recorrido en territorio extranjero. Para hacerlo, las firmas deben presentar una Declaración Jurada con el detalle de viajes y los gastos: por ejemplo, un viaje a Valparaíso requiere pedir el visto bueno para obtener unos u$s 180 para recorrer unos 300 kilómetros.
Si bien entidades como Supervielle y Credicoop están habilitadas y las firmas ya presentaron la documentación de rigor, en la práctica aún no se habilita.
¿Qué hacer cuando ya no se pueden absorber los aumentos? Como otros, Pérez no oculta estrategias. "A duras penas logré trasladar un 5% el último año. Cuando uno no sabe más qué hacer, la decisión inevitable pasa por dejar de pagar algunas obligaciones. El plafón que había se agotó; ahora hay que ver cómo seguir", se sincera.
Fuente: http://www.losandes.com.ar/notas/2012/8/17/costos-transporte-carga-aumentaron-661399.asp
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